martes, 4 de abril de 2017

Los Andoque y el Parque Nacional Chiribiquete

Región indígena 3: Amazonía Meridional.  Subsistema: Orinoquía y Amazonía.  PARQUE-NACIONAL-NATURAL-SERRANIA-DE-CHIRIBIQUETE

Familia Andoque.  Lengua #67

Tradición oral: Gente del hacha[1]

                Los Andoque (Andaquíes) fueron una de las etnias estudiadas por Paul Rivet (1952)[2], fundador de los estudios etnológicos en Colombia, de acuerdo con el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (2017). Estudios posteriores sobre esta lengua, publicados en París por Jon Landaburu (1979), afirman que su territorio tradicional es el Araracuara y que antes de la invasión cauchera ocupaban los ríos áduse (Guacamayo rojo), hĩĩse (Dibujo o quinche) y el sistema hidrográfico que desemboca con la quebrada Río Maní, en el río Cahuinarí; los cuales nacen en la Serranía donde los Andoque sitúan su origen mítico.  Ellos, además de comerciar con caucho y hoja de coca, se dieron a conocer por las hachas de piedra y de hierro, que fabricaban.  Hoy, quedan pocos linajes (Gavilanes, Venaos, Hormigas, Soles, etc) y, según el autor, se impone el linaje de los Gavilanes [3].  Paradójico que en el Departamento de Caquetá, el Municipio de Belén de los Andaquíes no relacione población Andoque, si bien, refiere dos Resguardos y una población indígena de más de 5000 personas; existen allí, en Belén, dos Centros educativos: en Pueblo Nuevo el Resguardo Guambiano - La Cerinda y en San Luis el Resguardo indígena - La Esperanza[4]; a diferencia del Araracuara en el Amazonas, Belén de los Andaquíes, en Caquetá, no cuenta con aeropuerto ni es parte del Parque Natural más grande de Colombia: La Serranía de Chiribiquete.



                Los Andoque tienen dos resguardos identificados dentro del Parque Chiribiquete: el Aduche y el colindante Nonuya-Villa azul.  El primero se ubica entre el corregimiento de Puerto Santander, en el Departamento del Amazonas, y el Municipio de Solano en el Departamento del Caquetá.  La importancia de preservar la lengua Andoque es tal que, de no ser por el Resguardo Aduche, hoy no solo no conoceríamos la riqueza en medio de la cual Pablo Escobar penetraba la selva virgen, sino que no podríamos preservar el Parque Natural de Chiribiquete, ni toda la oralidad allí plasmada, de las armas que en el 2002 desplazaron al equipo de científicos que traducían para Colombia su bio-diversidad, bajo la dirección de Parques Nacionales y junto a Thomas van der Hammen y Patricio von Hildebrand, un biólogo de ascendencia alemana que decidió internarse a pie en Chiribiquete, por la frontera sur.  No sé cuántos se hallan enterado antes, pero yo no supe de la existencia de este lugar hasta el año 2015, cuando gracias a una producción dirigida por un francés, cuyo nombre: Colombia Mágica, evocaba la tradición literaria de Gabriel García Márquez, un escritor costeño nacido en Aracataca, Magdalena y ganador del premio Nobel de literatura en 1.982.

                   Lo mágico de la propuesta de diálogo intercultural Cuento con tu palabra, es que la realidad de un pueblo indígena no está segmentada, ni política, ni administrativamente; de hecho, este análisis se centra en voces de un espacio–tiempo que tuvo antecedentes culturales previos al año 8.000 antes de la era Cristiana (A.C.), que es como hace 2.017 años dividimos el tiempo, en las culturas nativas de occidente.  Lo que propongo actualizar es lo que asume como real el sistema de salud, en Colombia, sino el proceso de la conceptualización en Salud Oral, como forma real de participación local efectiva, de las culturas indígenas.

Miraflores: Guaviare

                Lo paradójico de los sistemas de salud indígenas es que resaltan la realidad y la contrastan con la fantasía compartida en la que solemos caer los trabajadores de la salud, recién graduados: “en el rural les va a tocar defenderse a solas”.  Esa noción de soledad es la que contrasta la realidad de un sistema en el que infinidad de seres vivos convivían en plena armonía, y en medio de una dinámica de paz que no requirió hacer acuerdos por escrito, hasta cuando llegó la cultura occidental, como en la Amazonia Meridional.  No dudo que existiesen conflictos, lo que afirmo es que se resolvían respetando mutuamente las condiciones de Salud Oral.

Seguimiento integral Amazonía Meridional.  Orden de atención # 67-30: Andoque-Bogotá, D.C. 

              El Municipio de Miraflores se ubica al sur oriente del Departamento del Guaviare en la zona conocida anteriormente como el Alto Vaupés y al margen nororiental del río Vaupés, dentro de su jurisdicción existen 15 resguardos indígenas donde existen 16 comunidades cuyas etnias predominantes son Tukanos, Desanos, Cubeos, Piratapuyos, Carijonas, Guananos, Guinaves, Pisamiras, Salivas, Sirianos, quienes representan el 14.4% de la población del municipio.[5]

                El problema de hacer cuentas radica en que el tiempo que consume el registro de tanta información impide a menudo su análisis oportuno.  La solución, lejos de ser gestionable por una organización, Municipio o Departamento, sería el resultado de una integración Regional, de voces humanas que dan vida a la “nación colombiana”, cuando los escenarios de diálogo intercultural se generaran a partir del mutuo interés por lo que hoy llamamos Salud Pública.

San Miguel de Agreda 1 de Mocoa (1551)

 Fue atacado por los temibles indígenas Andaquíes, quienes lo incendiaron casi por completo en 1683 y, además, sublevaron a los indios.  Esos acontecimientos determinaron que la población fuera trasladada de su lugar de fundación al sitio, entre los ríos Mocoa, y Mulato, en donde se encuentra actualmente. Para 1876, Mocoa era centro de comercio de Quina, Caucho, sal del Brasil y Zarzaparrilla.
Análisis situacional en Salud del Municipio de Mocoa, Putumayo.  2012.  Pág. 17. 


Mapa No. 8 Amenaza por inundación: Mocoa, 2012 [6].

¿Cómo hacer el seguimiento efectivo de estas condiciones?  En Colombia decimos “Para la muestra, un botón”: luego de ver el mapa de inundaciones, cuyo riesgo inminente debía gestionar el Municipio de Mocoa desde el año 2012, quiero evocar el tipo de respuesta que se genera, cinco años más tarde, cuando los ríos se desbordan:       
        “La Reforma Tributaria que aprobamos en diciembre permite que Mocoa sea una Zomac, esta figura ayudará a la reconstrucción de la zona afectada”, propuso el copresidente del Partido Liberal”[7].
  
Sin pretensiones de ser imparcial, no me interesa saber qué dice el acuerdo del partido liberal frente a lo que la Reforma plantea, lo que dejo claro es que no son las condiciones de salud del Putumayo a lo que atiende esta respuesta, sino a los beneficios tributarios, “que luego de estos golpes de la naturaleza, ha sido costumbre que el Congreso de la República apruebe”[8].   Y la razón por la que no considero ética, ni poética, la pretensión de ser imparcial, es que el mismo diario cita a otro político diciendo "lo mismo que pasó en Putumayo, podría suceder en el Valle del Cauca"... amanecerá, ¿veremos? 

             La problemática de trasladar las soluciones al Municipio, donde no es posible su gestión, radica en que no por reconocer a los actores regionales logramos agenciar su institucionalidad, ni la participación local efectiva, y menos aún financiar escenarios de diálogo intercultural.  Sin el compromiso de las organizaciones Regionales, que no son de carácter político sino Estatal, lejos de procurar el bien común, las administraciones suelen imponer criterios personales, por medio del símbolo que consagra a la cultura occidental como expresión de la democracia: el voto.  Esta interpretación de la libertad personal, de acuerdo con Foucault, coincide con los inicios de la escritura como sistema de registro de cuentas, de contabilidad.  La narrativa oral, en cambio, antecede a la transacción comercial dejando huellas que datan hoy más de diez mil años, en la roca.  Para quienes llegaron al Chiribiquete, hace 30 años, el Parque era traducible pero no descifrable, dado que asumían a los Carijona como indígenas de un pasado perdido y autores de un culto a la madre tierra que había logrado dejar un testimonio invaluable de una tradición ancestral, pero exterminada, largo tiempo atrás.  

             Sin embargo, los Carijona son hoy parte de la población colombiana a la que el Sistema de Salud atiende y el Sistema Educativo actualiza, desde Caquetá al menos, en Colombia[9].  La pregunta es ¿cómo sabemos que no están en el territorio al que llamamos Meta?




[1] Landaburu, Jon, 2000, La lengua andoque, en, Lenguas Indígenas de Colombia. Pág. 275
[2] Rivet, Paul y Wavrin, Robert de, 1952, “La lengua andoque”, en Journal de la Société des Américanistes, Nouvelle Série, t. XLI, Paris.  Pág. 221-233.
[3] Op. Cit. Pág. 275.
[4] Análisis situacional en Salud del Municipio de Belén de los Andaquíes, Caquetá.  2013.  Pág.105
[5] Análisis situacional en Salud del Municipio de Miraflores, Guaviare.  2013.  Pág. 29.
[6] Análisis situacional en Salud del Municipio de Mocoa, Putumayo.  2013.  Pág.30.
[7] El País.com.co.  Consulta: Abril 4 de 2017, 8:50 p.m., en:  http://www.elpais.com.co/colombia/plantean-beneficios-tributarios-a-empresas-para-acelerar-reconstruccion-de-mocoa.html
[8] Ibid.
[9] Robayo Moreno, Camilo Alberto, 2000, Avance sobre morfología Carijona, en, Lenguas Indígenas de Colombia. Pág. 171-180.

1 comentario:

  1. China donó hoy un millón de dolares y Qatar siete millones...de corazón, damos infinitas gracias.

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